– Conocerte y crecer emocionalmente.
– Superar una crisis vital.
– Mejorar tu autoestima.
– Manejar tu ansiedad, miedo y estrés.
– Vencer una depresión.
– Superar una ruptura de pareja.
– Elaborar un duelo y/o pérdida.
– Superar la soledad.
– Convivir con la enfermedad.
– Afrontar cambios y tomar decisiones.